lunes, febrero 10

Primavera entre tus piernas.

Hoy Granada estaba tan gris
que yo me sentía roja.
Y déjame decirte
que quizá sea
porque tienes el cuello más bonito
que he visto jamás.

Lo sé
porque yo te he mirado
mucho
-mucho-
antes
de verte.

Podrías
estar aquí
metiendo tus manos
en los bolsillos
de mi chaqueta.

Estoy congelada
y no sé si es por falta
o exceso.



Te hablo de poesía
mientras juegas con la opción
de hacerte inaccesible.
Sonriendo como sonríes.
A veces.

Y ya no sé
si son tus ojos
o el invierno
pero desde que tú,
el vino sabe mejor.

Así que
ven
a partirme la mandíbula.
A llenar
mi bufanda
de los besos
que no me darás
el día que te vayas.
Y a hacerme creer
que el invierno
es relativo
porque entre tus piernas
ya es primavera.

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